En la esfera 2 la MADRE DIVINA ANCESTRAL tomó la esfera y la llevó, la instaló en su útero cósmico, transformando hasta la nada misma en ella, en Koi.
La SANGRE marcó el despertar de la ESENCIA PRIMIGENIA, el “conocer” y “enfrentar SU infierno, abordando su Maldad intrínseca y domarla desde el mismo útero de la MADRE OSCURA.
Les fue mostrado que el Dolor es un elemento sustancial necesario en ese morir y revivir continuo del diario vivir.
Y que es necesario RESUCITAR más de mil veces en uno, en esta vida, para anclar lo divino y manifestar en UNO, con COHERENCIA Absoluta, para anclar/se al CIELO.
Y ese CIRCUITO DE AMOR REAL comenzó su gestación.
Su impronta se hizo en la Esencia misma, regalando a los Koi el MILAGRO del Ser.
El “había una vez...” aquí sí goza siempre de un FINAL FELIZ, porque los Koi son SERES CELESTIALES, benditos y bendecidos. En la Tierra y en el Cielo.
Y el Cielo protege y colma de Bendiciones Absolutas a los suyos, máxima divina existencial, que en los Koi se torna una palpable dulce realidad.
El JUSTO MEDIO de los Koi es el que venera y re-crea, para sí y para todos, la DIVINIDAD ABSOLUTA, que aquí si se muestra y se plasma como ES: en todo, siendo, contracorriente.... KOI.
