MUÉVETE A TU PROPIO RITMO
El proceso de emerger como mujer es una exquisita danza: nos expandimos, nos ampliamos, nos expresamos, nos movemos... a veces audazmente, otras con timidez; en ocasiones armoniosamente, a veces con torpeza.
Avanzamos un paso, retrocedemos otro.
Inseguras, escuchamos en silencio para sentir una vez más nuestro ritmo, para saber cuándo danzar, e incluso si debemos hacerlo.
Saltamos de alegría, nos encogemos de dolor... pero seguimos danzando.
Con el tiempo lo abrazamos todo, y danzamos con lo que la vida nos trae...
El proceso de despertar, de emerger, es una danza maravillosa, un movimiento hacia la plenitud y el júbilo, que se acompaña de un tema de fondo permanente; de manera que, a medida que puedas ir oyendo esta melodía, el movimiento se irá haciendo más suave y armonioso.
- El primer paso es querer llamar las cosas por su nombre. identifica con claridad dónde estás y cuáles son tus problemas.
- En segundo lugar, acepta que lo que eres y lo que has hecho hasta el momento está bien.
- Tercer punto: ábrete a todas las posibilidades, a tu potencial y al poder que tienes.
La danza conlleva muchos cambios de ánimo porque eres compleja, complicada y sensible, pero te hará volver a tu corazón, a tu hogar interno, desde donde por fin podrás afirmar la plena soberanía de tu autoridad interna, de tu maestría.
Muévete a tu propia velocidad, a tu propio ritmo.
Quizás quieras dejar algunos pasos para más adelante... de cualquier forma, estarán disponibles para ti cuando tú estés preparada para darlos.
Mary Elizabeth Marlow.
El despertar de la mujer consciente
Arte: Tamara Phillips
Marcela Stachuza.
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